Una mas de Alan y su Ministro de Educación

UNA MÁS DE ALAN

(Y su ministro de educación)       

Vamos a ver. Qué pasaría si se diera una norma que sólo el primer tercio de alumnos –según sus puntajes- que terminan el quinto grado de secundaria, en cada I. E., tuviesen derecho a postular a una universidad pública del país, y, los demás, no. Sería, en principio, una descomunal torpeza dar una medida así, la cual generaría un gran escándalo seguido de justificadas protestas en todos lados. Y esto porque se estaría atentando contra un derecho humano elemental, como es el derecho a la educación. Y así como existe este derecho universal, hay también el derecho al trabajo. Y, creo que, es legítimo competir para obtenerlo, pero bajo reglas y condiciones razonables de equidad entre los competidores, sobre todo si quiénes ofertan los puestos laborales son instituciones públicas del Estado.       Salvando las distancias, el ejemplo planteado tiene un parecido con  lo que el gobierno acaba de establecer en el D. S. Nº 004-2008-ED. Aquí, don Alan y su “genial” ministro de educación, disponen que todo aquél maestro que postule a una plaza por contrato, en las escuelas y colegios públicos a nivel nacional, a partir del presente año, deberán haber pertenecido al tercio superior de sus respectivas promociones, tanto los egresados de institutos pedagógicos como los de las universidades. Esto quiere decir que sólo los docentes graduados dentro del primer tercio –según sus puntajes- tendrán derecho a intentar una plaza docente por contrato.        Según el gobierno y sus voceros, esta medida busca hacerse de docentes más calificados para obtener mejores resultados. Pero en el fondo, no es sino, otra medida efectista y aislada más a la que nos tiene acostumbrados el gobierno y en particular Alan García. Y, lo que es peor, éste es un decreto absolutamente arbitrario y discriminatorio. Por ello, los docentes debemos rechazar enérgicamente esta decisión gubernamental, porque pone en la guillotina a elementales derechos de los maestros, tanto como profesionales y como ciudadanos. Y que no nos venga el gobierno después con la  cantaleta acostumbrada, deque los profesores nos oponemos a mejorar la calidad educativa. Simplemente, señor García y señor ministro, ustedes están obrando autoritaria y discriminatoriamente. O sea que, un maestro, que se graduó con gastos y sacrificios no tendrá ni la posibilidad de soñar con ser contratado en una I. E. pública, si es que éste no pertenece al tercio superior de su promoción.        El ministro de educación dice que esto es un especie de premio para los que más se esforzaron cuando estudiantes. Sin embargo, no olvidemos que las normas ya establecen premios laborales para los primeros puestos, tanto a los egresados de institutos como de las universidades. ¿Y qué va a ocurrir con los docentes que año a año, y limpiamente, han ganado por concurso una plaza para contrato y que por tanto tienen una experiencia acumulada de  5, 8, 10 ó más años  y que no pertenezcan al tercio superior? ¿La experiencia no cuenta, cuándo incluso muchos de ellos ya han hacho hasta maestrías?. Además, ¿acaso, al ministerio de educación le consta que todos los que pertenecen al tercio superior son necesariamente los mejores maestros ya en el terreno de la acción pedagógica? Yo pregunto: ¿Los primeros puestos en la evaluación censal docente son los primeros del país en el campo pedagógico? O, ¿los primeros puestos de esta avaluación censal – y que para el gobierno son los mejores- pertenecieron todos ellos al tercio superior de sus promociones? Vaya Ud. a saber, dice el dicho. Estamos de acuerdo que se dicten medidas que apunten a mejorar la calidad educativa. Pero no aquellas que lanzan al tacho derechos de los profesionales y que los discriminan insolentemente bajo argumentos que no apuntan a nada serio, y que sólo esconden objetivos políticos.                                            

FUENTE: DANTE CRUZ RODRÍGUEZ                                       

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